domingo, 2 de agosto de 2015

Carta de un Hijo


No me des todo lo que pida.
A veces sólo pido para ver hasta cuánto puedo alcanzar.
No me grites.
Te respeto menos cuando lo haces,y me enseñas a gritar a mi también, y yo no quiero hacerlo.
No me des siempre órdenes.
Si en vez de órdenes, a veces me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.
Cumple la promesa, buenas o malas.
Si me prometes un premio,dámelo: pero también si es castigo.
No me compares con nadie, especialmente con mi hermano y hermana.
Si me haces sufrir lucir mejor que los demás, alguien va a sufrir: y si me haces lucir peor que lo demás, seré yo quien sufra.
No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer; decídete y mantiene esa decisión.
Déjame valerme por mi mismo.
Si lo haces todo por mí, yo nunca podré aprender.
No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que lo diga por ti, aunque sea para sacarte de un apuro.
Me haces sentir mal y pierdo la fe en lo que me dices.
Cuando hago algo malo, no me exijas que te diga el "por qué lo hice".
A veces ni yo mismo lo sé.
Cuando estas equivocado en algo, admítelo y crecerá la opinión que tengo de ti.
Y me enseñarás a admitir mis equivocaciones también.
Trátame con la misma amabilidad y cordialidad con que tratas a tus amigos; que seamos familia,eso no quiere decir que no podamos ser amigos también.
No me digas que haga una cosa si tú no la haces.
Yo aprenderé siempre lo que hagas aunque no lo digas; pero nunca haré lo que digas y no hagas.
Cuando te cuente un problema mío,  no me digas: "no tengo tiempo para boberías" o "eso no tiene importancia".
Trata de comprenderme y ayudarme.
Quiéreme y dime que me quieres.
A mi me gusta oírlo, aunque tú no creas necesario decírmelo.

Agosto 2015, he vuelto a actualizar este post para dejarles el enlace de descarga y la tengan en su computador.